A las bravas sólo las patatas
($70). Un plato aparentemente simple, pero quien pueda decir que se ha comido
unas papas bravas realmente deliciosas que levante la mano. En el nuevo
restaurante Guria, de Polanco, un lugar solemne y elegante, les quedan
deliciosas.
Claro que tienen platillos muy refinados
y caros, y la mayoría sabrosos, pero esas simples patatas nos cautivaron.
El segundo de nuestros favoritos de la noche fue
los Piquillos rellenos de bacalao ($205), que venían en una preparación muy
tradicional con salsa de tomate y adornados con cebollín. Un buen plato.
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