Lo mejor en la cena en el restaurante Ivoire, en Polanco, fueron las botanas, y dentro de estas, las mini hamburguesas. Llegamos a este lugar tras una peripecia un lunes festivo, luego de encontrar cerrados varios restaurantes, incluso en los grandes hoteles, que normalmente abren ese día de la semana. Nos gustó el estilo provenzal rústico que invitaba a entrar en una noche fría.
Decidimos comenzar unas Aceitunas marinadas ($90) que son, por esencia, el complemento perfecto de un buen trago. En este caso el trago era vino, del que ya nos ocuparemos después. Estaban bien preparadas y se notaba que eran frescas. No pudimos comer sólo una y no creemos que tuvieran ajinomoto, como las Sabritas.
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