El lunes fuimos al restaurante Acquarello, respondiendo al aviso de que el “campeón mundial de sommeliers”, Luca Gardini, estaría presente esta semana. Y en la invitación decía claramente que el plus de su presencia era que podía asesorarnos y recomendarnos el mejor maridaje.
Sonaba absolutamente tentador, así es que no pudimos resistirnos.
En honor a su presencia, se ofertaba un menú especial de trufa, pero éste sólo se serviría de martes a jueves.
Como no podíamos ir en esos días, llamamos y preguntamos si el sommeliere Gardini estaría presente el lunes y si podía atendernos. Nos dijeron que sí. Así pues, llegamos y solicitamos expresamente que él nos explicara lo que probábamos y el por qué de ese maridaje.