jueves, 19 de enero de 2012

Thai Gardens, las casualidades no existen


A la salida del Palacio Real de Bangkok, en Tailandia, Gerardo se topó con un tailandés que vestía una camiseta del Cruz Azul y vendía cocos y refrescos en un puesto. Como no es algo común, se le acercó y le hizo conversación. El hombre explicó en buen español que era su equipo de futbol favorito junto con las Chivas. Resulta que había trabajado como cocinero durante un par de años en el Thai Gardens de Polanco y mostró orgulloso una foto para probarlo.
Hay quien dice que las casualidades no existen, así que lo tomamos como una señal de que El Pecado debía visitar y reseñar este restaurante.
Como es común en los restaurantes asiáticos, la carta era muy extensa. Para no complicarnos la vida y probar un poco de todo, decidimos pedir el menú de degustación que además estaba muy barato ($345 por persona). Pronto entendimos por qué.
Las entradas incluían Brochetas de muslo de pollo marinado en leche de coco y hierbas a la parrilla (Kai Sattee), intensas, especiadas y agradables. Fue la entrada que mas le gusto a Eva. También había Rollitos de primavera (Pho Pia) que estaban muy bien elaborados y fueron los favoritos de Gerardo. Colas de camarones envueltas en pasta de arroz (Khung Phom Pha) con el camarón fresquísimo y la fritura sutil. Ensalada de Vermicelli (cabello de ángel con limón y apio) simple y sin encanto. Empanadillas de cerdo al vapor (Kanom Gib) que no eran otra cosa que unos dumplings nada del otro mundo. Y Pollo y calamares fritos mezclados con maíz (Maíz Tood) cuyos sabores se mezclaban y con la fritura todo empeoraba. La presentación era un tanto simple y abigarrada.
Para maridar pedimos un Blanc de Blancs, La Viña, 2010, de Cataluña, que resultó ser la mejor opción dentro de los vinos que ofrecía la carta. Fresco, sencillo y con una buena acidez acompañó agradablemente los platos.
En los platillos principales la presentación mejoró mucho. Ya no estaban amontonados, sino cada uno en su cazuelita. Y eran un Pollo al curry rojo, nuestro favorito, cuyos sabores estaban muy bien integrados y la textura del curry era muy agradable. Res a la albahaca que venía salteada con cebollas, pimientos y chiles, todo en su punto. Tallarines salteados con camarones y cacahuates (Pat Thai), a los que les pasó lo mismo que a los fideos de la entrada, les faltaba encanto.
Camarones en salsa de ostión, de aroma fuerte y penetrante, de sabor agradable, los vegetales estaban en su punto y resultaban crujientes y agradables. Triángulos esmeralda (filetes de pollo marinados envueltos en hoja) de apariencia similar a un tamal oaxaqueño, pero de sabor muy diferente, muy agradables ya que la cocción del pollo en hoja de mantenía todas sus jugos. Todo con un pequeño arroz de acompañamiento, que era perfumado.
Los postres eran un surtido anunciado como “especialidades del chef” y que resultaron más tipo fonda que otra cosa, debido a que la presentación fue la menos decorosa de la noche, desde ahí ya no nos dieron muchas ganas de engordar por comerlos. Nuestro favorito: la castaña de agua con leche de coco.
Fue una cena muy sencilla y desenfadada. Sin mucha complejidad, nos dio sólo un ligerísimo acercamiento a lo que sabemos que la comida tailandesa puede ofrecer.

Dirección: Calderón de la Barca 72, Colonia Polanco, México D.F.
Teléfono: 5281 3850 y 5281 3856
Página web: www.thaigardensgroup.com
Horarios: Dom. de 13:00 a 18:00 hrs. Lun. a Jue. de 13:00 a 23:00 hrs. Y Vie. y Sáb. de 13:00 a 00:00 hrs.

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