En
esta ocasión fuimos a Shu, un restaurante japonés de la cadena del Suntory que
abrió sus puertas en Santa Fe a mitad de la primera década del Siglo XXI, con
un estilo más desenfadado. Comenzamos diciendo ¡Salud¡, Eva con un Martini y Gerardo
con un etiqueta negra.
Y
es que el lugar siendo agradable y burgués no es tan formal como el Suntory. No
hay salón tradicional, sino sólo tepanyaki, y en compensación tiene un bar
lounge con decoración un tanto de disco ochentera.
La
comida nos gustó, el servicio fue muy esmerado y ágil, pero impersonal y con
esa rapidez interna que caracteriza al país del sol naciente.
Pedimos
tres platos para empezar: el primero fue el Pato Shu ($220) acompañado de tres
diferentes salsas: de ciruela, de ostión y una mayonesa. Eran rebanadas
delgadas de pechuga de pato preparadas al momento sobre la plancha de Tepanyaki
con crepas para “taquear” y un toque de vegetales frescos. Muy rico.
Ordenamos
también un Gyuniko no tataki ($250): un filete de res de corte fino término
inglés, con salsa mexicana, salsa yuzu y rebanadas de aguacate. La carne era
buena, el corte y el término correctos, y la combinación de sabores buena.
Y
como última entrada pedimos unos Conos crunch ($120), que venían fritos y rellenos
de atún con salsa de mango, piñones y ajonjolí negro. Fue la menos agraciada de
todas.
Gerardo
pidió de la tradicional sopa de soya Miso Shiru ($60) que no lo decepcionó. Esta
sopa se puede tomar antes, durante o después de los platos fuertes. Los
japoneses acostumbran tomarla al final, pero ir sorbiendo tragos entre lo que
se pica de un plato y otro es también una excelente opción.
Como
platos fuertes, y también para compartir, ordenamos primero unos Nidos de atún
($310) que consistía en un gunkan (envoltura) no de alga, sino de atún sellado
relleno con foie gras al teriyaki y unas rebanadas de manzana fresca, que
sobresalían como si fueran las aletas de un tiburón, y que le daban un toque
delicioso. Fueron los favoritos de Gerardo.
Ya
comentamos esa prisa interna que se vive en los restaurantes japoneses en donde
los platos van saliendo rápidamente, casi amontonados, lo que provocó que
nuestros nidos se enfriaran y sus características no fueran las óptimas. Como
percibimos que se trataba de un plato muy intenso y sabroso, pese a comerlo
primero frió luego recalentado, regresamos una semana más tarde para comerlos
clientitos y recién hechos. Valió la pena.
Y
para no salirnos de lo clásico, ordenamos un Tepanyaki de mariscos mixtos ($455).
Todo en orden. Tradicional, sencillo y bueno. Incluía robalo, salmón, camarón
callo de hacha y las tradicionales verduras.
El
vino que pedimos fue el Valdivieso Premium, single vineyard, Malbec 2006
($810). Un muy buen Malbec, estructurado, con cuerpo, muy agradable fue un muy
buen maridaje para nuestros platos.
De
postre Eva eligió el Trío de chocolate con rosa ($105), que era una mezcla de
mousse de chocolate blanco, semi amargo y amargo, envuelto en una teja de
almendra acompañado de helado de rosas y crema inglesa. La parte favorita de
Eva fue el helado de rosas, del que pidió le sirvieran un poco más. Le hubiera
gustado más que cada mousse estuviera por separado. Pero era aceptable.
Gerardo
prefirió la Shu Jelly ($80) que era una gelatina de limón con cubitos de fruta,
con una bola de limón encima y piñones. Una opción sencilla, ligera y
refrescante.
Para
acompañar pedimos sendas copas de vino Santa Mónica Late Harvest
Semillon-Riesling 2004 ($85 cada una), que cumplieron decorosamente su misión
de escoltar a los postres en el paladar.
Esta
vez no hay quejas. La comida fue buena y el servicio esmerado. Brindamos por
ello. El único pero es que a toda esa eficiencia le hizo falta un poco más de
alma. Pero, con todo, fue excelente.
Dirección:
Calle 3 número 55,
Col. Lomas de Santa Fe, Ciudad de México.
Teléfonos: 5292-4834 y 5292-4839.
Horarios:
Dom.
de 13:00 a 21:00 hrs.
Lun. a Jue. de 13:00 a 23:30 hrs.
Vie. a Sáb. de 13:00 a 00:00 hrs.
Hola.
ResponderEliminarBueno el blog, muy informativo.
Mi esposa y yo estamos por ir a México en diciembre y nos encanta la cozina mexicana (ella argentina y yo brasileño vivimos em Brasil).
De todo que leí, Pujol me pareció lo mas atractivo.
A mi também me gustó lo que leí de Azul y Oro y Corazón de Maguey. No les parece intentar algo aún mas sencillo - una taqueria?
Confeso que esperava también encontrar El Cardenal en el blog. Tienen planes de visitarlo en el futuro proximo?
Bueno, exito con el blog "e tudo de bom".
Muchas gracias por el comentario. Todos los restaurantes que mencionas son excelentes. Pronto iremos a la nueva sucursal de El Cardenal que acaba de abrir en el sur de la Ciudad de México. Les deseamos un muy buen viaje en su visita a México.
ResponderEliminarSaludos