lunes, 5 de abril de 2010

Hudson, eclecticismo y camaradería


El miércoles, a dos días de salir de vacaciones, fuimos a cenar para adelantar el post de El Pecado y lo hicimos aventurando un modo inédito en nuestro blog: compartir la experiencia con dos parejas de amigos.
Reservamos en la terraza, que nada más llegar (Sonia y Gerardo fuimos los primeros) nos dimos cuenta de que era la mejor área del lugar pues estaba repleta, a diferencia del salón donde no había ni un alma.
Nos recibieron muy amablemente y ya nos aguardaba la mesa que se veía linda, aunque algo apretada. En el transcurso de la noche nos dimos cuenta de que efectivamente los espacios estaban reducidos y llegó a ser algo incómodo, sobre todo en una mesa grande como la nuestra.

La carta tenía una presentación muy simple: un pedazo de papel grueso que por un lado exhibía el logo y nombre del lugar, y por el otro el contenido del menú que se dividía en entradas, que comprendían desde la típica tártara de atún, variedad de ostiones gratinados, mousse de foi gras, entre otros; entradas frías, que básicamente incluían mariscos frescos como ostiones, patas de king crab, almeja chocolate y más.
De sopas no podía faltar el clam chowder, también habia ensaladas muy básicas y muy buenos cortes en los que había filete, new york, rib eye, etc, todos acompañados con una salsa de tu preferencia y una guarnición a escoger de la carta, que ya se incluía en el precio.

De pescados contaban con atún y black cod (bacalao negro); de aves sólo un pato confitado; las típicas guarniciones (papa al horno, puré de papa, verduras al grill etc.); la sección hamburguesas y hot dogs era de lo más interesante pues tenía ofertas diferentes como grey papaya´s hot dog (salchicha jumbo acompañada de curtido) y hamburguesas con guacamole, bernesa de chipotle o blue cheese. Una carta muy completa, con gran variedad y con representantes de una cocina que dice ser, neoyorkina y de Nueva Inglaterra.
Los platillos tenían una buena presentación, nada complicado ni espectacular sólo con lo necesario y jugando mucho con la vajilla.

Inicialmente habíamos pedido cada uno su entrada, excepto Ericka y Juan que quisieron compartir unos ostiones rockefeller ($165), pero en la práctica se pusieron todas en el centro y todos probamos de todo: tártara de atún ($115), almeja chocolata con salsa ponzu ($130), ostiones baja california con vinagreta de echalot ($130) y el mousse de foi gras ($170) acompañado con chutney de higos. Estaban bien presentadas, con porciones suficientes, buena combinación de sabores y gran frescura en los productos del mar.

En los platos fuertes sí fuimos más díscolos y Gaby, psicóloga, hermana de Sonia, pidió el Rib Eye con bearnesa de chipotle ($275) con una cocción perfecta, mientras que su esposo Enrique, consultor, optó por el roast prime rib con puré de papa ($290) del cual sólo comentó halagos.

Ericka, amiga común, licenciada en administración hotelera, escogió el confit de pato con salsa de mandarina, puré de papa y arúgula ($238), y Juan, su novio, quien es chef y temporalmente trabaja en el consulado de México en Miami, se deció por el New York con pimienta y papa al horno ($235)

Sonia ordenó shrimp burger con tocino, tomate, guacamole y aderezo de chipotle ($188), una combinación excelente, sólo la cocción se había pasado un poco y Gerardo eligió el que posiblemente fuera el mejor plato de la noche: bacalao negro (black cod) en salsa miso con verduras al grill ($175) que nos dejó sin palabras (compartió la mitad con Sonia) por su delicioso sabor, perfecta textura, jugosidad y porción.
Pese a lo exiguo del espacio, el lugar tenía el clima ideal para la camaradería y pasamos una excelente velada plagada de anécdotas divertidas, como las que contó Gaby del día de su boda con Enrique (hace casi cinco años). Nos reímos cantidad. Con la historia podría escribirse el guión de una comedia que se llamara La boda inolvidable.

Ante la curiosidad de los meseros porque Juan y Gerardo estaban como obsesionados tomando fotos de los platillos, este último les explicó que habíamos hecho un pacto suicida y queríamos conservar un recuerdo de nuestra última cena para subirlo a Internet.

La explicación despertó al histrión que nuestro camarero de cabecera llevaba dentro y comenzó a bromear, sin por ello decaer en la eficiencia del servicio, cambiando los nombres de los platos y así la shrimp buger se convirtió en torta cubana, el confit pato en pechuga con mole, el rib eye en costilla con chilaquiles verdes y así con todo.
Cuando ya habían cerrado el restaurante llegó amablemente a decirnos que tenía que “retirar el anafre”.
Las entradas las acompañamos con tragos largos, ya saben el típico whiskey con soda, vodka y coctelería sencilla con Martinis de mango, cosmo y manzana verde.

En cambio, para los fuertes nos decidimos por seguir la recomendación del mesero: vino tinto Mariatinto del Valle de Guadalupe $520, que era un coupage con buen cuerpo de Shiraz, Grenache y Cabernet Sauvignon de la bodega Casa de Piedra. La relación calidad precio era inmejorable.
Para terminar cerramos con un pastelito de fondant de chocolate y un cream bruleé al centro, que en realidad eran las únicas dos opciones de postre que ofrecía el retaurante; pero debidamente justificado ya que las porciones de entradas y plato fuerte eran más que suficientes y no quedaba mucha capacidad disponible para el postre.

El lugar era muy “cozy” (acogedor) para decirlo en un lenguaje a tono con el lugar, con un pequeño salón decorado art decó en tonos marrones y rojos con un mural de la silueta de los edificios Manhattan pintado en rojo sobre la pared blanca.
En una noche de temperatura agradable como la que fuimos, la pequeña terraza era, con todo, una mejor opción y estaba a atiborrada. Por fortuna Sonia reservó y tuvimos nuestra mesa de seis, apretados, en lugar privilegiado. Todo en una casona art nouveau de Polanco, con un vestíbulo magnífico que simulaba una falsa cúpula, que abrió sus puertas en noviembre del año pasado.


Dirección
Anatole France 70
Col. Polanco Chapultepec
Teléfono
5281 7093 / 5281 1027
Horarios:
Dom de 1:00 am a 6:00 am
Lun de 1:00 pm a 10:00 pm
Mar a Sab de 1:00 pm a 2:00 am

4 comentarios:

  1. Sonia y Gerardo

    Excelente publicación, se antoja mucho ir a este lugar uno de estos Viernes con los amigos para despejarse de toda la semana.

    Soy Marco, asistí a su conferencia en UPAEP, aunque soy de Administración y no de Gastronomia me ha parecido bastante interesante y enriquesedora.

    Gracias por este blog

    Saludos y Gracias
    bon appetit.

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  2. Muchas gracias por el comentario. Ojalá y disfrutes de tu visita al Hudson

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  3. es muy interesante..
    me gustaria que publicaran algo
    sobre gastronomia molecular me interesa
    mucho..
    queria ver si me podria responder algunas
    pregunntas de este mismo..

    Que efecto tiene lo molecular con la gastronomia?

    que relacion tiene lo molecular con la gastronomia?

    que utilizacion tiene a nivel mundial?

    sus proponentes y oponentes?

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  4. por cierto aqui le dejo mi correo
    daniely111el@hotmail.com espero su pronta respuesta gracias.. y felicidades por su blog.
    bye.
    Ldaniels.

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